25N: Reflexionando sobre la violencia contra las mujeres

En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, es fundamental analizar los diferentes tipos de violencia que enfrentan las mujeres y reflexionar sobre la denuncia de la violencia sexual.

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María Sastre Martín

11/25/20245 min leer

El 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, nos invita a reflexionar sobre las diversas formas de violencia que afectan a las mujeres en todo el mundo. Este artículo aborda dos preguntas clave: “Violencia sexual y datos: ¿se denuncia más o se violenta más?” y “¿Qué tipos de violencia se ejercen contra las mujeres?”.

Violencia sexual: ¿se denuncia más o se violenta más?

La violencia sexual es una de las manifestaciones más alarmantes de la violencia de género. Según el artículo de Leire Rincón (2024), se observa un aumento en las denuncias de violencia sexual, lo que plantea la pregunta de si esto se debe a un incremento real de la violencia o a una mayor disposición de las víctimas para denunciar. Aunque las cifras de denuncias han crecido significativamente, con un aumento del 190% en agresiones sexuales en la última década, esto no necesariamente indica que haya más casos de violencia. Rincón sugiere que la mayor tasa de denuncia puede reflejar una disminución en la tolerancia social hacia la violencia y una mayor predisposición de las víctimas a hablar sobre sus experiencias. Sin embargo, también se reconoce que muchas mujeres continúan sin denunciar, lo que indica que la violencia sigue siendo un problema grave y persistente.

La Macroencuesta de Violencia contra la Mujer revela que el 13.7% de las mujeres mayores de 16 años ha sufrido violencia sexual en algún momento (Rincón, 2024). A pesar de estos datos, muchas víctimas optan por no hablar. Entre los motivos citados están el temor a represalias, la vergüenza y la normalización del abuso (Rincón, 2024). La falta de apoyo institucional y social también contribuye a esta reticencia.

Tipos de violencia contra las mujeres

La violencia contra las mujeres no se limita a lo sexual; existen diversas formas que requieren atención:

  • Violencia física: Incluye agresiones físicas por parte deparejas o exparejas. La OMS estima que el 35% de las mujeres en el mundo ha experimentado este tipo de violencia (Amnistía Internacional, 2023).

  • Violencia psicológica: Se manifiesta a través de amenazas, humillaciones y control emocional. Este tipo puede ser tan devastador como la violencia física y es frecuentemente invisibilizado.

  • Violencia económica: Consiste en el control financiero que los agresores ejercen sobre sus parejas, limitando su acceso a recursos económicos y fomentando su dependencia.

  • Violencia simbólica: Esta forma se manifiesta a través del lenguaje y los medios que perpetúan estereotipos negativos sobre las mujeres. La cosificación y el uso del cuerpo femenino en publicidad son ejemplos claros (ONU Mujeres, 2023).

  • Acoso sexual: Común en espacios laborales y educativos, donde las mujeres enfrentan comentarios inapropiados o avances no deseados. Amnistía Internacional (2023) destaca que este tipo de violencia crea un ambiente hostil que afecta el bienestar emocional y profesional de las mujeres.

  • Ciberacoso: Un fenómeno creciente que puede manifestarse a través de mensajes intimidatorios en redes sociales, la difusión no consensuada de imágenes íntimas o la creación de perfiles falsos para difamar o acosar. El ciberacoso puede tener consecuencias devastadoras para la salud mental y emocional de las víctimas, haciendo aún más urgente la necesidad de abordar este problema en el contexto de la violencia contra las mujeres.

Datos impactantes sobre violencia contra las mujeres

Los datos son alarmantes. En Europa, un estudio reveló que el 82% de las parlamentarias ha sufrido algún tipo de violencia psicológica durante su mandato (FRA, 2024). Además, muchas mujeres jóvenes no ven ciertas actitudes como violentas debido a la falta de educación sobre igualdad y derechos (Injuve, 2019). La violencia contra las mujeres es un problema estructural que afecta especialmente a grupos vulnerables como mujeres con discapacidad o en situaciones socioeconómicas desfavorecidas (EAPN-ES, 2024).

A nivel global, se estima que 736 millones de mujeres han sido víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja o de violencia sexual fuera de la pareja al menos una vez en su vida, lo que representa casi una de cada tres mujeres (ONU Mujeres, 2023). En España, el 57.3% de las mujeres de 16 años o más ha sufrido violencia a lo largo de sus vidas por ser mujeres, y el 19.8% ha experimentado violencia en los últimos 12 meses (Ministerio del Interior, 2023). Estas cifras reflejan una realidad preocupante que requiere atención urgente y acción coordinada para erradicar la violencia de género en todas sus formas.

La violencia contra las mujeres en la juventud

La juventud es un periodo crítico donde muchas mujeres comienzan a experimentar diversas formas de violencia. Según Injuve (2019), un significativo porcentaje de jóvenes ha sido víctima de violencia psicológica o física por parte de sus parejas. Este estudio revela que muchos jóvenes no reconocen ciertas conductas abusivas como violentas debido a una falta generalizada de educación sobre igualdad y derechos. Esto resalta la necesidad urgente de implementar programas educativos enfocados en la prevención y concienciación desde una edad temprana. Además, el uso de redes sociales y plataformas digitales ha introducido nuevas dinámicas de violencia, como el ciberacoso, que afectan especialmente a las jóvenes. Este tipo de violencia puede manifestarse a través de mensajes intimidatorios, difusión de rumores o la exposición no consensuada de imágenes íntimas. La normalización de estas conductas en el entorno digital contribuye a perpetuar un ciclo de violencia que afecta la autoestima y el bienestar emocional de las jóvenes, lo que hace aún más crucial la necesidad de abordar estos temas en la educación formal e informal. La promoción de relaciones sanas y el empoderamiento femenino son esenciales para construir un futuro donde las mujeres jóvenes puedan desarrollarse plenamente sin miedo a la violencia.

Conclusión

El 25N es un recordatorio urgente para abordar todas las formas de violencia contra las mujeres. Es fundamental fomentar una cultura donde se respete la dignidad femenina y se garantice el derecho a vivir sin miedo. Promover la educación en igualdad desde una edad temprana y crear espacios seguros para que las mujeres puedan denunciar son pasos necesarios para erradicar esta problemática.

Además, Tania Sordo Ruz ha lanzado desde la Colectiva 1600s la Revista Feminista Jurídica WeDISSENT. Este año ya con el quinto número, donde se cede el espacio del panorama legislativo mundial sobre los derechos de las mujeres.

Bibliografía