Criminología y feminismo: desafíos y perspectivas

El análisis de la criminología desde una perspectiva feminista revela cómo el género influye en la comprensión del delito, la respuesta del sistema penal y el trato a las víctimas, especialmente las mujeres. La criminología tradicional ha tendido a marginalizar o distorsionar la participación femenina en la criminalidad, perpetuando estereotipos y sesgos de género. La criminología feminista cuestiona estas perspectivas, abordando tanto el rol de las mujeres como delincuentes y víctimas como los sesgos presentes en la práctica judicial. Además, subraya las deficiencias del sistema penal y la violencia de género, proponiendo reformas para una justicia más equitativa.

María Sastre Martín

3/8/20256 min leer

El estudio de la criminología desde una perspectiva feminista ha permitido poner de manifiesto la manera en que el género influye en la comprensión del delito, la respuesta del sistema penal y el trato a las víctimas. La criminología tradicional ha estado dominada por modelos desarrollados por hombres y para explicar el comportamiento masculino, dejando a las mujeres en una posición de invisibilidad o subordinación. Esta limitación ha tenido consecuencias tanto en la investigación criminológica como en las políticas públicas y en la práctica judicial. En este sentido, diversos autores como Claire Renzetti (2011) destacan cómo las teorías criminológicas han estado históricamente centradas en una visión androcéntrica del delito y el sistema de justicia, donde la contribución de las mujeres ha sido prácticamente inexistente o malinterpretada.

El feminismo ha aportado herramientas epistemológicas y metodológicas para una comprensión más equitativa y completa de las dinámicas criminales, desafiando los sesgos patriarcales del sistema penal y denunciando las desigualdades de género presentes en su aplicación. Así mismo, ha permitido analizar a las mujeres como delincuentes, víctimas y profesionales dentro del sistema de justicia penal, cuestionando las estructuras que perpetúan la discriminación. La criminología feminista ha permitido transformar el estudio del delito, otorgando un espacio para analizar el comportamiento criminal de las mujeres no como una desviación, sino como un reflejo de las estructuras sociales y las condiciones de desigualdad que las afectan.

La criminología feminista ha surgido como una respuesta crítica a las teorías criminológicas tradicionales, que históricamente han ignorado o tergiversado la participación de las mujeres en la delincuencia, el sistema de justicia penal y su condición de víctimas. Mientras que la criminología clásica se ha centrado mayoritariamente en los hombres —tanto en los delincuentes como en los profesionales del sistema penal—, las perspectivas feministas han puesto de manifiesto los sesgos de género presentes en las explicaciones teóricas, las prácticas institucionales y las políticas públicas de seguridad.

La invisibilización de las mujeres en la criminología tradicional

La criminología tradicional ha sido criticada por su tendencia a ignorar o marginalizar la participación de las mujeres en el contexto del delito. Esta invisibilización no solo ha afectado la comprensión de las dinámicas criminales, sino que también ha perpetuado estereotipos que reducen a las mujeres a meras víctimas o a figuras secundarias dentro de la narrativa criminológica. Históricamente, las teorías criminológicas han sido desarrolladas principalmente por hombres y sobre el comportamiento masculino, lo que ha contribuido a la exclusión de las experiencias y comportamientos de las mujeres del debate académico.

Además, las estructuras patriarcales han reforzado el silencio en torno a las actividades delictivas realizadas por mujeres, dificultando la investigación y el análisis de sus motivaciones y contextos. Las investigaciones sobre el delito femenino han sido limitadas y, a menudo, han abordado la criminalidad femenina desde una óptica reduccionista que no considera los factores sociales, económicos y culturales que pueden influir en sus comportamientos. Esto no solo afecta la investigación académica, sino también el funcionamiento de los cuerpos policiales y los sistemas judiciales, que pueden aplicar criterios discriminatorios basados en el género.

Para explorar más profundamente la relación entre las mujeres y el delito, es fundamental integrar perspectivas de género en el análisis criminológico. Esto permitiría una comprensión más completa de las realidades y dinámicas que rodean a las mujeres, incluyendo las causas de su desvinculación de normas sociales y las circunstancias que pueden conducirlas al delito. Incorporar la voz femenina en el estudio criminológico no solo enriquecería el conocimiento en este campo, sino que también contribuiría a una mejor intervención y apoyo para las mujeres involucradas en el sistema de justicia penal.

Sesgos de género en el sistema penal

El sistema penal suele reflejar y perpetuar las desigualdades de género que existen en la sociedad. Las mujeres, tanto como delincuentes como víctimas, se enfrentan a sesgos que violan los principios de equidad y justicia. En primer lugar, es importante considerar la forma en que las mujeres que cometen delitos son percibidas y tratadas. A diferencia de los hombres, que pueden ser vistos como agentes activos del crimen, las mujeres a menudo son etiquetadas como víctimas de circunstancias, con una perspectiva que las exime de responsabilidad. Esta visión puede resultar en un trato más indulgente, pero también en una infantilización de las mujeres dentro del sistema penal.

Esta perspectiva, que se manifiesta en la forma en que se trata a las mujeres dentro del sistema de justicia penal, suele minimizar la responsabilidad de las mujeres en sus actos delictivos. Según Yagüe (2018), el sistema legal tiende a ver a las mujeres como sujetos que no pueden ser completamente responsables de sus actos por su naturaleza “vulnerable”. Estos sesgos perpetúan estereotipos de género que no reconocen a las mujeres como individuos con plena responsabilidad por sus actos, mientras que los hombres son considerados agentes activos y responsables del delito.

Además, las mujeres dentro del sistema penal deben enfrentarse a un entorno institucional que a veces es hostil y carente de recursos adecuados para su rehabilitación. Esto afecta su reinserción social, dificultando el acceso al trabajo, la educación y otras oportunidades. La falta de personal femenino y de formación específica para el tratamiento de mujeres en ambientes penitenciarios también contribuye a perpetuar esta situación.

Esta discriminación se hace especialmente evidente en el caso de las víctimas de violencia de género, que a menudo se encuentran con un sistema legal que no responde adecuadamente a sus necesidades. La escasez de medidas de protección efectivas, la revictimización y la falta de confianza en las instituciones dificultan el acceso a la justicia para muchas mujeres.

Mujeres delincuentes:

perspectivas biologistas y sociológicas

La criminología feminista ha abierto un debate crucial sobre las mujeres delincuentes, abordando sus causas y consecuencias desde diversas perspectivas. Los análisis biologistas tienden a examinar características innatas que podrían influir en el comportamiento criminal, como factores genéticos y hormonales. Esta visión, sin embargo, ha sido criticada por su tendencia a reducir el delito a aspectos fisiológicos, sin considerar la complejidad del contexto social y cultural en el que viven las mujeres.

Por otro lado, las perspectivas sociológicas enfocan las causas del delito entre las mujeres desde un ángulo más amplio, analizando cómo variables como el género, la clase social y la raza influyen en sus experiencias. Las mujeres, a menudo relegadas a roles subalternos en las estructuras sociales, pueden encontrarse en situaciones que las llevan a cometer delitos como respuesta a la opresión y la desigualdad. Esta aproximación también destaca cómo el sistema de justicia penal a menudo actúa de maneras que amplifican las desigualdades existentes, tratando a las mujeres de una manera que no siempre se corresponde con sus circunstancias particulares.

Violencia de género y deficiencias institucionales

La violencia de género es uno de los problemas más preocupantes en las sociedades contemporáneas y refleja las deficiencias institucionales en la protección y atención a las víctimas. Las mujeres que se encuentran en situaciones de violencia a menudo enfrentan obstáculos significativos dentro del sistema legal, que no solo es insuficiente, sino que también perpetúa el ciclo de violencia. Estas deficiencias se traducen en un alto índice de casos de violencia contra las mujeres que quedan sin respuesta adecuada.

Las instituciones que deben proteger a las víctimas, como la policía, los tribunales y los servicios sociales, no siempre disponen de los recursos ni de la formación necesaria para abordar adecuadamente estas circunstancias complejas. Esto hace que muchas mujeres no denuncien por miedo a represalias o por la falta de confianza en la eficacia del sistema judicial. Es fundamental identificar y abordar las necesidades de las víctimas, que incluyen apoyo emocional, servicios de salud y una atención legal que respete su dignidad y experiencias.

Para transformar el sistema de justicia y garantizar la seguridad de las mujeres, es esencial implementar reformas profundas que incluyan formación específica para los profesionales del derecho, así como la creación de mecanismos de apoyo para las víctimas. Esto implica no solo asegurar que las mujeres tengan acceso a una ayuda efectiva, sino también fomentar un entorno en el que sus voces sean consideradas y respetadas.

Bibliografía recomendada

• Renzetti, Claire (2011). Feminist Criminology. Routledge.

• Silvestri, Marisa (2008). Gender & Crime. SAGE.

• Wibben, Annick (2011). Feminist Security Studies. Routledge.

• Larrauri, Elena (2007). Criminología crítica y violencia de género. Trotta.

• Yagüe, Concepción (2018). Mujeres, delito y prisión: un enfoque diferente sobre la delincuencia femenina. Recuperado de https://derechopenitenciario.com/wp-content/uploads/2018/10/1047.pdf

• Las mujeres en prisión: La voz que nadie escucha (2022). Recuperado de https://lacultivadaediciones.es/wp-content/uploads/2022/07/Las-mujeres-en-prisión-La-voz-que-nadie-escucha.pd

Criminología y feminismo:

Un análisis desde una perspectiva de género